La historia de Barneys Farm comienza cuando Derry se asentó en el Himalaya, donde adquirió su conocimiento mediante el cultivo selectivo de diversas cepas, eligiendo fenotipos or su sabor, aroma y niveles de THC. 

Derry juntó un amplio abanico de semillas autóctonas de países como Afganistán, Pakistán, India, Nepal, Tibet, Tailandia, Burma, Vietnam y China. Tras seleccionar a mano las semillas más prometedoras, comenzó un proceso de cruce con el objetivo de estabilizarlas.

Tras su regreso a Amsterdam, Derry se encontró en el lugar y la atmósfera idónea para continuar el desarrollo de sus variedades y convertirlas en un producto que pudiese lanzar al mercado. Así nació Barneys Farm, convirtiéndose en una de las mejores compañías de semillas en el mundo.

El Coffee-Shop se convirtió en la cara visible de Barney's Farm y comenzó a desarrollándose hasta convertirse en el lugar perfecto para dar a conocer más en profundidad estas ya notorias variedades. 

Su reputación creció año tras año, siendo laureada por aficionados al cannabis de todo el mundo y llamando la atención tanto del público como de la prensa especializada.

En la actualidad, Barney's Farm es reconocido mundialmente como líder en la producción de semillas feminizadas de alta calidad. 

Siempre en primera línea, Barney's aporta al avance de la cultura, la industria y el mundo de las semillas, continuando la búsqueda y análisis de genéticas autóctonas de todo el globo. 

Dicha labor lleva siendo ejecutada desde comienzos de los ochenta por un selecto grupo de genetistas altamente preparados, y su dedicación a la búsqueda de la calidad garantiza que el Laboratorio de Investigación de Barney's Farm pueda desarrollar las mejores y más selectas variedades de Marihuana.